- Malditos Benditos X
LXXXIII
Maldito amor el nuestro si caemos
en la trampa mortal de las parejas,
si queremos querer y desquerernos,
si empezamos el Living por las rejas.
Maldito sea el hall de los despachos,
los ángeles dormidos en la rama,
el garrafón del bar de los muchachos,
los gafes de los trajes de la fama.
Malditas sean las pugnas fratricidas
entre el macho y la hembra , resignados
al duelo de juzgados homicidas.
Malditos sean los gritos destemplados
malditas sean las bocas desabridas,
la justicia de los ajusticiados
- VI
Doble o Nada
Doble o nada a la carta más urgente,
sin código, ni tribu, ni proyecto,
mi futuro es pretérito imperfecto,
mi pasado nostalgia del presente .
No tengo más verdad que la que arrasa
corrigiendo las lindes de mis venas.
Por diseñar castillos sin almenas
perdí, otra vez, las llaves de mi casa.
Veranos de buen vino y mala sombra,
de confundir enanos con molinos ,
de viajar al abismo con alfombra.
Es hora de volver a la autopista
por donde van, burlando sus destinos,
el zángano, el adúltero , el ciclista.
X
El Gran Hermano
¿A quién embaucará tu gorgorito
y esa pos de gallito de taberna?
¿La voz? si no te queda ni un hilito,
y no me hagas hablar de tu entrepierna.
Hazte un favor, dime que estás herniado
de parodiar parodias de ti mismo,
que un pendejo te quita lo bailado,
que el espejo, en lugar de un espejismo,
te devuelve una tos , un higo chumbo,
un muñón con goteras en la olla,
un veterano narizón sin rumbo,
un sans culotte con joyas, un gusano,
uno más de los tontos de la polla
que no follan por ver El gran hermano.
- XII
Duelos y Quebrantos.
Aparta tu nariz de mis asuntos,
saca mi pagaré de tu alcancía,
estoy más solo cuando estamos juntos
que con tu puto com por compañía.
No me invites a duelos y quebrantos,
déjame en paz con mis funambulismos,
discuto más conmigo que con tantos
que nunca se redimen a sí mismos.
Métete por el rabo tus consejos,
todavía no escupen los espejos
ni dejo la canción para mañana.
Con mi lumbago pago mi pereza,
tus pufos, los nirvanas de su alteza,
mi Quevedo , tu gaita , mi fulana.
- IC
Matar las tardes.
Esta no es la embajada del reproche
ni el cademécum de lo que perdí,
para que llueva, para ser de noche,
es condición sine qua non to be
or not to be, como intuyó el bolero
calavera de un príncipe danés,
se equivoca la urgencia y el te quiero
que no vuelve la ausencia del revés .
Escribo sólo por matar las tardes,
por no ponerme a deshacer maletas,
por no arrastrarme por las estaciones ,
por no andar, como el rey de los cobardes,
mustio, con un ramito de violetas,
el sepelio de las decepciones.
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